Introducción.
El programa de Humanidades II denominado “DISPOSITIVOS TECNO-SIMBÓLICOS Y PRÁCTICAS
CONTEMPORÁNEAS” busca construir con los estudiantes un espacio de diálogo e interacción
para reflexionar sobre nuestra situación de época y el proceso permanente de redefinición de lo
humano que en ella tiene lugar. A partir del reconocimiento y comprensión de algunos de los
dispositivos culturales y de mediación tecno-simbólica que reconfiguran nuestro sentido de
realidad, se aspira a desplegar una mirada activa, plural y dinámica, en la que tengan lugar
discursos que al mismo tiempo rondan los terrenos de la estética, el arte, la tecnología, la
ciencia, la filosofía y los estudios culturales. El objetivo es acercar algunas comprensiones sobre
la complejidad de relaciones en las que se mueven las experiencias de los sujetos
contemporáneos abriendo posibilidades para que los estudiantes se reconozcan en sus roles y
proyecten acciones en sus contextos.
A partir de la reflexión desde algunos de los referentes que aportan los campos señalados, el
curso de Humanidades II se constituye en un tejido de relaciones, cruces, reescrituras y
palimpsestos en los que se fusionan lo nuevo con lo antiguo, lo bello con lo grotesco, lo privado
con lo público, actualizando y dinamizando la manera de comprender y reconocer la función
que cumplen las memorias culturales y sus modos de transmisión en eltiempo.
Se trata, en todo caso, de repensar las diferentes formas como se visibilizan, exteriorizan y
enuncian las prácticas humanas y los productos formados (obras artísticas, objetos industriales,
herramientas, tecnologías, entre otros), los cuales involucran en una misma configuración
formas de aparecer, tecnologías para la mediación, memorias de la cotidianidad social,
expresiones estéticas, soluciones técnicas, medios de comunicación y sistemas de transmisión,
que moldean, afianzan o redefinen nuestro carácter.
Como resultado de la aproximación a diferentes textos y contextos que nombran la
contemporaneidad, se espera que los estudiantes logren la apertura a una amplia gama de
preguntas sobre producciones culturales que les son próximas, en las que se desplieguen
ejercicios escriturales que den cuenta de lenguajes emergentes, de territorios superpuestos,
geografías imaginarias, descentrajes identitarios, y performatividades sociales y culturales.
Por la naturaleza interactiva y abiertamente dialógica del curso, las tecnologías de la
información y la comunicación constituyen una estrategia clave para que los estudiantes entren
en relación con un amplio campo de expresividades, contenidos y formas, contenedoras de
saber y de experiencias de relación. En este sentido, la posibilidad de reconfigurar el programa
en un formato virtual abre otras posibilidades para pensar el diálogo y la interacción con los
estudiantes, potenciar el trabajo colaborativo y aportar a una reflexión autónoma que,
posteriormente se pone en situación y se alimenta de manera interactiva. Adicionalmente, es
importante señalar que internet, y el mismo modo como circulan y se ponen en relación ciertas
creaciones o producciones, posibilita a los estudiantes desplegar su mirada por un amplio
acumulado de expresividades y formas culturales, que al ser traídas al contexto reflexivo del
curso, aportan claves para comprender las singularidades de un presente marcado por lo plural,
lo mutable y lo informe.
Finalmente, es importante señalar que el hecho de estar inmersos en un mundo altamente
globalizado nos ha llevado a cambiar de manera radical nuestra manera de relacionarnos y
dialogar con las cosas del mundo. Si bien, como lo señala, Paul Virilio, la perspectiva audiovisual
nos posibilitó ver y oír a distancia, y nos permitió compartir en simultáneo un amplio set de
informaciones y experiencias, es necesario reconocer que el presente siglo, con sus vertiginosas
transformaciones, nos está abriendo camino a una nueva manera de experimentar el espacio-
tiempo: además de ver a distancia, ahora podemos tocar a distancia, sentir a distancia, de allí
que la era del telecontacto se esté abriendo entre nosotros, poniéndonos en una plena
interacción con lo distante. Por todo esto, las posibilidades que abre la materialización de una
asignatura con este enfoque en la modalidad virtual se constituye en una oportunidad para
potenciar la reflexión sobre el presente, desde uno de los dispositivos que más ha contribuido a
su transformación: las pantallas y sus tecnologías.